al final

¿Sabes lo que pasa?

​Que me dejaste para el final. Pensaste que podías ir y venir, decidir, hacer y deshacer, y que yo siempre iba a estar ahí. Porque siempre estuve. Siempre te banqué en tus decisiones y en tus indecisiones; en lo que querías y en lo que no querías hacer; en lo que podías y no podías dar.

​Y yo estaba ahí, esperando que te decidieras, que me eligieras, que me quisieras, que me vieras. Y el problema es que yo eso ya no lo quiero más. No quiero ser la última en tu lista de prioridades, no quiero ser la última en decidir o en decir lo que quiero hacer.

​Me cansé, porque ese lugar ya no me corresponde. Ese lugar me queda muy chico. Ese lugar ya no es para mí, porque yo me merezco más.

​Hoy me doy cuenta de que el valor me lo voy a poner yo misma, porque vos no me lo supiste dar. Porque supiste entender quién era yo, pero no supiste estar a la altura de lo que era.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

amar y caer

triste indiferencia