Todo comienza igual, mensaje que va y viene, Preguntas del tipo: "¿Qué música te gusta" o "¿Cuál es tu lugar favorito?", Poco a poco, me ilusiono y caigo a tus pies como si de un endulzante se trataran tus palabras. Con el tiempo, dejan de existir las respuestas rápidas o las preguntas que antes me hacias. La distancia, la frialdad y la indiferencia se apoderan de vos y yo, como siempre, no se como hacer que te des cuenta que eso me lastima. Y, tal vez, es mi culpa; Por pensar que podías quererme de verdad. "No tengo tiempo", "Estoy estresado" y mil excusas más salen de tu boca, Que me hacen dar cuenta que esto jamás iba a darse, porque vos sos muy cerrado y yo, soy yo. Sentí más de lo que había que sentir pero, Prefiero amar fuerte y caer, a no sentir nada por miedo a perder.
Los celos me invaden y el miedo me recorre, haciendo que me pregunte si merezco el sentirme tan mal, si pensar que no me queres o sentir tu indiferencia, aunque no me lastima más de lo q lo que lo hace tu distancia. Me pregunto si el reírte con tus amigos es más importante que hacerme saber algo que me podía llevar al asco pero, que importa, si solo estoy cuando estas Solo, cuando todos te juzgan, cuando nadie está para vos.
¿Sabes lo que pasa? Que me dejaste para el final. Pensaste que podías ir y venir, decidir, hacer y deshacer, y que yo siempre iba a estar ahí. Porque siempre estuve. Siempre te banqué en tus decisiones y en tus indecisiones; en lo que querías y en lo que no querías hacer; en lo que podías y no podías dar. Y yo estaba ahí, esperando que te decidieras, que me eligieras, que me quisieras, que me vieras. Y el problema es que yo eso ya no lo quiero más. No quiero ser la última en tu lista de prioridades, no quiero ser la última en decidir o en decir lo que quiero hacer. Me cansé, porque ese lugar ya no me corresponde. Ese lugar me queda muy chico. Ese lugar ya no es para mí, porque yo me merezco más. Hoy me doy cuenta de que el valor me lo voy a poner yo misma, porque vos no me lo supiste dar. Porque supiste entender quién era yo, pero no supiste estar a la altura de lo que era.
Comentarios
Publicar un comentario